Silvia y Oscar, papás de Martina Miranda: «Te amamos más allá de la tierra y el cielo»

11/2/2024

Su única hija tenía 16 años cuando el 14 de febrero de 2016 un asesino al volante le quitó la vida en el barrio porteño de Villa Crespo. La chica cruzaba correctamente una avenida por la senda peatonal acompañada por su novio, que sobrevivió de milagro. Damián Villanueva, de 22, el conductor, pasó el semáforo en rojo e iba excedido de velocidad en un Chevrolet Corsa. El homicida, que había bebido y tenía antecedentes de adicciones, huyó de la escena y se suicidó al día siguiente. Esta nota reproduce una carta de la progenitora de la víctima, que integra la Asociación Civil Madres del Dolor y el consejo de familiares de la Agencia Nacional de Seguridad Vial.

«Hace ocho años que no escuchamos tu voz»

«Parece que fue ayer cuando saliste de casa con tu pelo arreglado, tu sonrisa tan hermosa y tu expectativa para la película que tenías ganas de ver junto a tus amigos; recuerdo hasta el nombre, El niño, género de terror, como nos gustaba a ambas. Y recuerdo cada detalle de ese día y me los repito permanentemente, porque tengo tanto miedo a olvidar; nos quedaron tus 16 años tatuados a fuego, los 16 años más hermosos, pero tan cortos.»

«Ese 14 de febrero, ese día que debía ser de alegría, anécdotas al volver a vernos, te tocó partir, se convirtió en nuestro quiebre de la vida; ese llamado que nadie quiere escuchar, ese llamado que nos cuenta que Damián Villanueva había terminado con tu vida y con la nuestra; había pasado el semáforo en rojo a alta velocidad e impactado tu cuerpo; y ahí quedo tu último suspiro; qué habrás pensado en ese segundo que te separó de este plano; me duele imaginarte ahí tirada en el asfalto sin nosotros, sin tenerte de la mano, sin acariciarte tu pelo, como lo hacíamos cada noche al irte a dormir; ya no más te amo, ya no más mensajes de WhatsApp; tu voz me quedó en el teléfono; la escucho cada tanto, porque de verdad no quiero olvidar tu voz, tu risa, tu vida.»

«Llevamos ocho años sin verte y te juro que parece que fue ayer; no puedo imaginarte ahora; a veces veo a chicos en el colectivo con sus uniformes y me detengo en el tiempo; mi mente no puede avanzar. Nuestra vida siguió; aunque no lo queríamos, estos ocho años siguieron y nosotros también; no sé si está bien o no, pero es lo que nos tocó.»

«Las cosas acá no cambiaron mucho; la gente sigue manejando como Damián Villanueva; a alta velocidad, alcoholizados y sin tomar conciencia lo que ocasionan: 25 muertes por día en hechos viales; ni al Estado le importan esa pérdidas, esas familias que quedan destruidas, esas estrellas amarillas que cada día cubren más y más la ciudad; prendemos la tele y seguimos viendo más Martinas, más vidas trucadas; tan poco nos importa la vida propia y la de terceros.»

«En este tiempo nos rodeamos con familias como nosotros y tenemos la misma mirada; cuando se dice que el alma se refleja en el brillo de la mirada es cierto, porque ya no brilla como antes. Tratamos de concientizar en cada mensaje que damos, en cada charla desde el dolor de la pérdida al amor que debemos dar; porque nos dejaste tanto, tanto amor que sería egoísta no repartirlo.»

«Se te extraña tanto, Martu; ojalá en algún momento sea como dicen y nos volvamos a encontrar; esto no puede haber sido todo, no sería justo; aunque muchas veces la vida no es justa. Y lo sabemos. Lo aprendimos de la peor manera, cuando tu cuerpo quedó inmóvil en el asfalto, cuando papá secó una gota de sangre de tu mejilla, cuando llegamos a casa y nunca más volviste a traspasar esa puerta, que horas antes habías cruzado sin saber que sería la última vez.»

«Cumplimos ocho años, la mitad de la vida que nos regalaste. Te amamos más allá de la tierra y el cielo. Otro 14, otro año que nos recuerda tu ausencia y nos comprime más el pecho.»

«Papá y Mamá»

«Martina Camila Miranda, hija única de 16 años, el 14 de febrero 2016 salió a divertirse con sus amigos y perdió la vida regresando a su casa, en el cruce de Scalabrini Ortiz y Vera, en el barrio de Villa Crespo. Damian Villanueva a alta velocidad cruzó el semáforo en rojo provocándole la muerte en el acto y escapándose en contramano por avenida Corrientes. Cuando la Policía a través de cámaras de la ciudad logró dar con el Corsa gris cuatro puertas con vidrios polarizados que describieron los testigos, él se había suicidado.»

«Su madre, Silvia, integra la Asociación Civil Madres Del Dolor, donde concientiza junto a otras mamás sobre la importancia de la vida. La Asociación es integrada por ocho ciudadanas que perdieron a sus hijos en forma violenta.»

«Instagram: @silfredes16
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