Susana Lázzaro: «El asesinato de Federico está perfectamente comprobado»
13/2/2024
por Lucio Casarini
El 8 de marzo se conocerá la sentencia del Tribunal Oral Criminal 6 de San Isidro. Federico Damián Gonzalo Aguirre Lázzaro, de 34 años, murió el 17 de febrero de 2019 en Rincón de Milberg, partido bonaerense de Tigre, tras ser atropellado criminalmente por un automovilista. Alexis Sebastián Quiroga, alias Chapu, el victimario, iba borracho, sin luces y excedido de velocidad. El fallecido circulaba de forma correcta en moto. La madre planea tramitar una queja contra Rubén Eduardo Jones, representante legal del acusado, por calumnias e injurias durante el proceso.
«Tantos que están esperando saber qué pasó al cabo de estos tres días, que fueron terribles realmente, desgastantes», cuenta Susana Lázzaro sobre las audiencias realizadas el 7, el 8 y el 9 de febrero; «a pesar de todas las cosas, de todas las infamias, de todas las canalladas, la postura es que todavía no se determinó si va a ser condenado por homicidio doloso (simple) o culposo; por doloso se exigen hasta 16 años; por culposo solicitan seis; vamos a ver qué pasa; recién el 8 de marzo se va a dar la sentencia; a todos gracias por el apoyo; a todos; un apoyo maravilloso, incondicional de todos los papis y las mamis».
«Voy a presentar notas de queja contra el abogado [Rubén Eduardo Jones]; no sé cómo tildarlo ya, infame; no puede dirigirse así hacia mí, hacia la víctima; mis abogados no hicieron nada para suavizar esa postura; podrían haberse levantado, haber dicho permítame señor juez, eso no corresponde o está fuera de lugar. Quiero agradecer con toda mi alma y mi corazón a todos los papis y mamis que nos acompañaron en este duro proceso, soportando altas temperaturas y lluvias repentinas; me dieron fuerzas; justicia para todos nuestros angelitos; gracias; fue un gran esfuerzo, un inmenso apoyo; gracias.»
El fallecido, de 34 años, vivía con Clarissa, su mujer, y Agustín, el hijo de ambos, de cuatro, en la localidad del drama, donde llevaban un emprendimiento de pizza y empanadas bautizado Panchy’s. La víctima iba a menos de 30 kilómetros por hora, límite de velocidad en la zona, y el victimario lo hacía aproximadamente a 90. La moto voló casi media cuadra. El damnificado, cuyo casco también salió despedido, sufrió fracturas múltiples en la cabeza, el tórax y las extremidades. Agonizó más de 40 minutos en el escenario de la tragedia, hasta que llegó una ambulancia y finalmente expiró camino al hospital.
«En el juicio contra el asesino de mi hijo fui agraviada, calumniada e injuriada por su defensor», insiste la madre de Federico Damián Gonzalo Aguirre Lázzaro, «quien se dirigió a mi persona en forma directa y amedrentadora, al intentar dar un marco de enjuiciamiento y penalidad a mi pedido de justicia, del que no me he apartado en estos largos y desgarradores años de reclamo genuino, tratando de endilgarme actitudes que no he realizado jamás, ensuciando vilmente mi lucha; mis abogados jamás se dirigieron en forma directa al asesino de mi hijo, ¿cómo este señor realiza semejante atropello hacia mi persona?».
«Con mi mayor respeto, quiero decir que fui calumniada abiertamente con real infamia y argumentos completamente mentirosos, falaces; porque no tenían otra manera para rebatir todo lo que fue perfectamente comprobado en el desarrollo del debate; entonces, [el abogado defensor] tuvo el atrevimiento de agarrárselas conmigo, víctima flagrante de esta desastrosa tragedia, que nos enlutó de por vida, cambiándonos a nosotros para siempre nuestras vidas, dejándonos sin sueños, sin proyectos en común, sin la vida en familia, felices como éramos y de la manera en que nos disfrutábamos».
Los miembros del tribunal son Federico Xavier Tuya, Alejandro Horacio Lago y Ariel Alfredo Introzzi Truglia. La fiscalía reclama homicidio simple o doloso, con una pena de 16 años de cárcel. La defensa sostiene un hecho culposo, que merecería seis. La querella delata maniobras policiales y judiciales escandalosas para encubrir a Quiroga, que nunca estuvo detenido y encima registra antecedentes vinculados a narcóticos, robo, violencia de género y resistencia a la autoridad. En 2023 fue filmado hurtando un vehículo con 15 bolsas de cocaína en su poder en el partido de San Pedro y, sin embargo, recuperó la libertad.
El causante del horror registró 0,89 de alcoholemia. Según denuncia la querella, le hicieron la prueba con más de dos horas de tardanza y después de tomar agua en una parrilla aledaña. El carnet profesional que poseía lo obligaba a abstenerse por completo de beber antes de manejar. De todas maneras, la ley de ese momento establecía un máximo de 0,5 para cualquier ciudadano al volante de un vehículo. El lugar de la iniquidad es Ricardo Castiglioni y White, dentro de la Plaza Niño Dios, Rincón de Milberg, donde actualmente hay un cartel con una estrella amarilla y el nombre de la víctima.
«Brindé declaración apuntalando innumerables errores de la investigación y reforzando los principales conceptos que la defensa ataca: alcoholemia, variables de velocidad, planimetría, etcétera», confirma Walter Gorbak, que interviene en el proceso como perito de parte; es investigador, profesor de la Universidad de Buenos Aires y presidente de la Asociación Argentina de Medicina Legal, Ciencias Forenses e Investigación Criminal. «Todo dentro de un marco técnico jurídico estratégico; porque lo fundamental es acreditar los agravantes, aunque sea con lo justo, ya que el agravante siempre es el mismo. Fue mucho más de una hora. Noto un interés superlativo en los tres jueces. Ahora le toca a la Justicia hacer su trabajo y condenar.»
«Mi hijo era nuestro centro en el mundo, nuestro eje, nuestro amado Fede; bondadoso, honesto, solidario, trabajador, cuidadoso de sus modales, de sus actitudes, querido por todos los que lo hayan conocido», se emociona Susana; «el victimario, en cambio, con su actitud salvaje, despreocupada, despreció por completo la vida de mi hijito; dejó un pequeño sin padre, una mujer, su pareja, sin esposo, las hermanas sin su hermano, las sobrinas sin su tío copado; dejó cuñados, tíos, amigos, compañeros de trabajo, de la vida misma sin su valorada e irreemplazable, querida y entrañable compañía y más».
«Quiero dejar bien sentado que nunca jamás ni yo ni mi nuera ni nadie de mi familia se metió con ningún integrante de su familia; mucho menos con el homicida de mi hijito», continúa el descargo de la progenitora de Federico; «ni hicimos manifestaciones de repudio al frente de su casa o de alguno de sus familiares directos, tal como pretenden instalar; no lo hice ni haría nunca, porque soy una persona de bien; se victimizaron aludiendo como que busco venganza y no justicia; otra gran mentira; hace más de 1700 (mil setecientos) días que vengo buscando y mendigando justicia para mi amado hijito».
«También aducen que fueron molestados por una campaña en Facebook; es otra gran mentira infame; jamás conocí a su pareja ni a su hijo, aún concurriendo al mismo colegio que mi nieto, según sus dichos; sería aberrante de mi parte asumir semejante conducta; indignantemente inapropiada; soy una persona de bien, tal como lo era mi hijito; es más, deben haberlo cambiado de colegio, porque tengo entendido, por lo que declararon, que sería en ese momento una criatura de unos ocho años; ese colegio tiene nivel primario, pasaron cinco años; por ende, necesariamente deben haberlo cambiado a uno con nivel secundario; y no porque temiese alguna conducta inapropiada, como tratan de instalar».
«Voy a realizarle una denuncia el abogado Jones por tratar de instalar una victimización por parte del homicida, ensuciando canallescamente a mi persona y tratando de trasladar esas calumnias e injurias a mi familia; repito: calumnias e injurias y gran destrato al dirigirse con gran desprecio por portar carteles con el rostro de mi hijito, aduciendo además que con mi actitud le falto el respeto a la Justicia, hasta el punto de pedir a la Policía que se quiten las banderas de nuestro angelitos; porque además agradezco profunda e infinitamente que otros papis y mamis, que también tienen que soportar este dolor inconmensurable, que no tiene comparación, vinieron a apoyar nuestro correcto pedido de justicia».
«Solamente con una fotografía, con una bandera y con el destino final al que lo condenó Alexis Sebastián Quiroga con su irresponsable actitud, su carrera salvaje, temeraria, arremetiendo cruelmente contra al cuerpecito de mi hijito, destrozándolo, violando completamente todas las reglas y normas en su conducción, estando totalmente alcoholizado y además tratando de trasladar la culpa a mi hijito, que ya estaba alcanzando el cruce total de la calle a velocidad correspondiente, con su casco, sus luces, etcétera.»
«Este abogado trata de ensuciar la memoria de mi hijito y echar por tierra todo el trabajo de mis profesionales, que han actuado con respeto, claridad, sapiencia, idoneidad, sabiduría», concluye Susana. «No voy a dejar pasar el hecho aquí plasmado y voy a realizarle una denuncia al doctor Jones por calumnias e injurias, realizadas escudándose detrás de los rostros de los [victimarios] que nos privaron de sus voces y sus vidas [las de las víctimas]; pido por mi hijito y lo hago como siempre hice a través de la Justicia y no con otros métodos como tratan de hacer creer, porque no tienen cómo rebatir la verdad».