Romina Aguirrezabala: «Una fortaleza de Estrellas Amarillas es el buen humor»
2/5/2023
por Lucio Casarini
«Creo que la esencia de esto, de toda esta movida, es la esencia misma de Silvia [González], que es una persona que tiene un poder de empatía, un poder de comunicarse con el otro, de colaborar con el otro de un nivel superior; siempre le digo que a comparación de otros familiares, otras madres, otros padres, ella es como un extraterrestre; ella tiene su dolor, ella tiene su duelo, ella tiene el duelo de su familia, con el que también carga, de su madre, de su otro hijo; pero de todas maneras siempre está ayudando a otro; tiene una forma muy particular de ser y de ocuparse de todo sin importar nada; si el familiar que llama está a tres cuadras o a trecientos kilómetros o a tres mil…»
Romina Jésica Aguirrezabala es mamá de Clara, de 16 años, que sueña con ser bailarina clásica. Además, es secretaria administrativa de la Fundación Estrellas Amarillas, con sede en Santa Rosa, La Pampa. Después de 12 años en el puesto, que desempeña con garra y pasión, fanatismo dice ella, ignora si sería capaz de trabajar de otra cosa. Sin embargo, se hace tiempo para estudiar la Licenciatura en Enfermería, una carrera que eligió con el objetivo sublime de ayudar al prójimo, como intenta en la entidad civil.
La gesta de Estrellas Amarillas comenzó con la tragedia de Sacha Viguera, de siete años, primogénito de Silvia González. El niño murió el 1° de abril de 2003 luego de ser atropellado por un alcoholizado al volante. Sumida en la desazón de perder a su entonces hijo único, ella decidió convertir el dolor en lucha y ser voz de todas las víctimas viales. En 2004 se sumó al Programa Nacional de Lucha contra la Impunidad, creado por la Casa Rosada para apoyar a afectados de distintas formas de violencia.
Poco después, Silvia cruzó las fronteras del país. En 2005, se presentó en nombre de la Fundación ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, con sede en Washington, Estados Unidos. Denunció al Estado argentino de incumplir la Ley Nacional de Tránsito, que prevé la Educación Vial en todos los niveles pedagógicos, una Licencia Única de Conducir, Registros Provinciales de Infractores de Tránsito (Repat) y un Registro Nacional de Infractores (RENART). Era apenas el prólogo de esta historia…