Piden una nueva ley porteña para reparar a las víctimas de Cromañón

30/11/2024

El proyecto otorga carácter vitalicio, integral y más abarcativo en cantidad de beneficiarios a la asistencia vigente. Se votaría el 12 de diciembre, a días de cumplirse dos décadas de la masacre ocurrida en el barrio de Once. Un grupo nutrido de demandantes reclamó en la vereda del parlamento que se reconozca a 194 muertos y a 4500 damnificados que se salvaron.

«Agradecemos la presencia de las legisladoras Celeste Fierro y Victoria Montenegro; gracias por venir, estar acá; somos familiares y sobrevivientes de la masacre de Cromañón; seguimos después de 20 años reclamando una ley de reparación integral definitiva; que después de 20 años el Estado se haga cargo de manera constante de los que nos ha tocado vivir la noche del 30 de diciembre de 2004; este proyecto contempla entre otras cosas la apertura del padrón para los sobrevivientes y familiares; la apertura también del plan de salud mental, que viene fallando desde el principio en la Ciudad de Buenos Aires…».

Jorge Kehiayán, uno de los que logró escapar del horror, introduce a través del megáfono la manifestación en la vereda de la Legislatura, junto a las vallas y los policías que cierran el paso hacia el edificio. Es viernes 29 de noviembre. Las medidas de seguridad son consecuencia de los incidentes que hace 24 horas aclimataron la controvertida modificación de la ley de enfermería. El proyecto que explica el orador otorga carácter vitalicio, integral y más abarcativo en cantidad de beneficiarios a la asistencia actual. Se votaría el 12 de diciembre, a días de cumplirse dos décadas de la masacre.

La ley vigente es la 4.786, aprobada en 2013, que establece un subsidio de frecuencia mensual. Es una norma polémica, que funciona con prórrogas provisorias de tres años de duración. Los damnificados deben someterse a una serie de trámites para prolongar el mecanismo. La última extensión fue habilitada a fines de 2021 y vence este año. Por eso, uno de los objetivos estratégicos que persigue el texto en debate es que la reparación sea vitalicia. Según han argumentado los protagonistas del asunto, para «ponerle fin a la situación revictimizante que se produce al otorgarle temporalidad a la subvención».

«Gracias a todas y a todas por estar acá, por venir, por acompañar», toma el amplificador Belkyss Contino, otra presente la noche fatídica; «es fundamental que pongamos el cuerpo; sabemos que el esfuerzo es enorme; tenemos que venir, bancarnos que nos digan que lo que pedimos es irrisorio o al revés, que nos digan que sí, que sí, que sí, que nos quedemos súper tranquilos, que lo que exigimos se resuelve fácilmente; de pronto nos encontramos con malas noticias, con que el Poder Ejecutivo plantea proyectos restrictivos, que no reconocen a todas las víctimas; hace 20 años que reclamamos que el Gobierno de la Ciudad se haga cargo de los 4500 sobrevivientes y los 194 pibes y pibas que perdieron la vida en Cromañón».

La iniciativa es central en el calendario de prioridades del 20 aniversario de la masacre. Fue detallada de manera formal por los autores hace tres meses, el martes 3 de septiembre, en la Comisión de Derechos Humanos, Garantías y Antidiscriminación de la Legislatura, presidida por Victoria Montenegro, del partido Unión por la Patria. Entre otras cuestiones cruciales, está en juego la posible ampliación del registro a cargo de la Subsecretaria de Derechos Humanos de la ciudad. Los demandantes han denunciado sin cesar que existe una gran cantidad de sobrevivientes y familiares, la mayoría, ausente del padrón.

«Creo que a 20 años de la masacre tenemos una oportunidad clara», interviene Nicolás Papolla, también salvado del drama, «por la composición actual de la Legislatura, de lograr entre todos y todas ponerle fin a esta forma violenta y excluyente que la Ciudad tiene para con los sobrevivientes y los familiares de Cromañón; paradójicamente, esta misma Legislatura utilizó como uno de los principales argumentos para llevar adelante la destitución de [Aníbal] Ibarra, con la que todos estamos de acuerdo, que en Cromañón entraron cuatro veces más personas de las permitidas; quienes representan la fuerza política que sostuvo eso hoy nos niegan la posibilidad de que [todos] los sobrevivientes y familiares sean reconocidos como víctimas».

El texto fue hecho público el 14 de octubre durante una conferencia de los afectados en el Salón Raúl Alfonsín del parlamento porteño. Las siguientes son las ocho organizaciones que lo fogonean: El camino es cultural, Movimiento Cromañón, No nos cuenten Cromañón, Ni olvido ni perdón, Organización 30 de diciembre, Sin derechos no hay justicia, Plaza los pibes de Cromañón presentes y Que no se repita. La meta es cerrar una de las máximas deudas, junto creación de un espacio de memoria, de una ignominia que por la cantidad de víctimas constituye la peor hecatombe de la historia del rock en todo el mundo.

«Quiero recordarles a todos y todas», agarra el megáfono Silvia Bignami, mamá de Julián Rozengardt, víctima fatal, «que es un proyecto que lleva un montón de tiempo; somos ocho organizaciones [impulsoras]; lo apoyamos la enorme mayoría de los familiares y sobrevivientes; en realidad no es por nosotros, los que estamos adentro, sino por toda la gente que está afuera, en todos los lugares que se puede estar afuera; que es hora y es ahora; que tiene que ser antes de los 20 años; porque lo poquito que vemos y escuchamos no lo van a mostrar; hagamos el esfuerzo ahora; es en la calle acá el 30 de diciembre».