Natalia López, madre contra el paco: «Queremos hacernos escuchar y no es fácil»
18/11/2022
por Lucio Casarini
«Creo que tendría que volver la ley 26.657, exigir esa norma para que la internación y la desintoxicación sean involuntarias; que la drogadependencia se tome como lo que es, una enfermedad, porque ellos, los afectados, no están en su sano juicio como para decidir si internarse o no; que corra a costa del Gobierno el tratamiento, ya que es demasiado caro para las familias; que brinden lugares y centros de contención donde puedan ayudarlo, porque ya no queda otra, uno se cansó de hablarle, de contenerlo, de todo; hasta la misma familia te empieza a dar la espalda, quizás porque no entienden o no comprenden lo que uno siente al ver que un hijo se te hace mierda».
Ella vive en el barrio Ceferino de la ciudad de Salta, cerca del llamado Bajo, uno de los núcleos de venta de droga más importantes de la región. Integra el grupo de madres contra el paco, mujeres cuyos hijos padecen adicciones y se sienten abandonadas por las autoridades frente a un flagelo que las sobrepasa en su rol de simples amas de casa y ciudadanas, pues se despliega en dimensiones múltiples y colosales. La protagonista de esta nota cuenta durante su relato que su hijo se inició en el estrago a los 16 años consumiendo marihuana y luego pasó progresivamente a otras sustancias: pegamento, cocaína y pasta base. La última, conocida comunmente como paco, es la que consigue de forma más habitual. En consecuencia, la vida del muchacho y toda su familia es un verdadero drama cotidiano. Sin minimizar su angustia, Natalia brinda un mensaje de admirables tezón y coraje.