Olga Cañupán, mamá de Néstor Vázquez: «Acudiré a la Corte Interamericana»
17/3/2022
por Lucio Casarini
Se cumplen ocho años del asesinato de su hijo, que tenía 22 cuando el 17 de marzo de 2014 recibió un par de balazos en Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut. Ocurrió en medio de una interna del gremio de la construcción (UOCRA). La víctima y varios compañeros de militancia habían denunciado amenazas reiteradas. A pesar de la profusa evidencia que los incriminaría, como la posesión del arma homicida y comunicaciones telefónicas, los sospechosos fueron absueltos. Las instancias superiores, incluida la Corte Suprema de la Nación, se negaron a revisar el veredicto.
Crónica de una muerte anunciada
por Olga Cañupán
Parafraseando a André Guide, voy a decir que muchas veces los actos que tendríamos que haber emprendido no se presentan ante nuestra sociedad, hasta que ya es demasiado tarde. Cuando la justicia es sorda, el crimen está presto [el escritor francés afirmó: «Muchas veces las palabras que tendríamos que haber dicho no se presentan ante nuestro espíritu hasta que ya es demasiado tarde»].
Hoy se cumplen 8 años del homicidio de mi hijo Néstor Fabian Vázquez, a quien le quitaron la vida el 17 de marzo del año 2014 en el marco de una interna sindical dentro de la UOCRA, en donde se mantenían enfrentamientos de distintas facciones que intentaban quedarse con la conducción del gremio local. Una de esas facciones estaba liderada por Luis Gortari, la que apoyaban mis hijos. La otra facción encabezada por Raúl “ el Conejo” Silva (Secretario General actual) ala que estaba conformada por su hermano Gustavo Silva alias “huevo”, Marcelo Vera, Misael Henríquez, Miguel Baeza, Rubén Crespo (actual Secretario adjunto), Lucas Córdoba, Darío Lavin entre otros.
La de mi hijo era una muerte anunciada. Estas personas tenían serios conflictos con mis hijos, los vivían amenazando desde finales del año 2013. Yo, personalmente hice las denuncias por las amenazas que recibían ante el Ministerio Público Fiscal, pero NO investigaron nada. Luis Gortari también denunciaba.
Ese fue el principio de todo, quizás, si los fiscales hubieran atendido mis reclamos, mi hijo hoy no estaría muerto.
Hay que recordar también, que hubo incidentes previos al día de la muerte de mi hijo, más precisamente el 09/02/2014 en la sede gremial en donde se intercambiaron disparos con armas de fuego con el objetivo de tomar la sede de UOCRA, lo que finalmente ocurrió.
Las mujeres de los trabajadores, entre las que estaba, que seguíamos a Gortari, quien había salido electo, decidimos cortar la ruta la ruta 3 y 26 para visibilizar el conflicto interno: querían desplazar a Gortari y dejar a nuestros maridos sin sus puestos de trabajo, pero las autoridades judiciales y policiales una vez más hicieron oídos sordos.
Más allá de denunciar las amenazas de las que eran víctimas mis hijos, denuncié y enfrente al Conejo Silva y su grupo de gente porque portaban armas de fuego, se las hacían guardar a sus seguidores en las casas, a cambio de un trabajo les hacían cometer delitos, los mandaban a pelearse con la gente, motivo por el cual creo que mataron a mi hijo. Lo mataron para vengarse de mi actitud, que había decido enfrentarlos.
Finalmente sacaron a la fuerza a Luis Gortari, de su puesto de secretario gremial para el que había sido electo escazas semanas antes. En este entuerto seguramente estuvieron involucrados políticos locales que se los veía frecuentar periódicamente la sede del sindicato, por ejemplo el vice-intendente Carlos Linares a quien siempre se lo veía comiendo asados y tomando bebidas alcohólicas en la sede, principalmente con Silva y Crespo.
Vera era uno de los que principalmente hostigaba a mi hijo. Lo hacía de tal forma que vivíamos preocupados, salía siempre acompañado, en su momento vivíamos a una cuadra del Gallo Vera, él y sus secuaces vigilaban todos nuestros movimientos.
Néstor, desapareció el 17 de marzo, el mismo 18 de marzo hice la denuncia de desaparición de personas en la seccional 4ta de policía de ésta Ciudad. Ese día, fue el día más difícil de mi vida, no cese en su búsqueda y recién fue hallado cerca de las 17 horas en el predio del Club deportivo Roca.
Brenda Vargas – quien era la pareja de Vera en ese entonces- llevo a mi hijo engañado al predio del Club deportivo Roca. Surge del análisis de los teléfonos es que ella se comunicó con quienes estaban afuera esperando en el predio. Mientras Crespo hizo de campana, Misael Henríquez, Miguel Baeza y el Gallo Vera ingresaron al club. Cuando mi hijo se dio cuenta, ya los tenía encima, lo agarraron desprevenido y no pudo escapar ni defenderse, termino con dos disparos de arma de fuego, uno en la cabeza y otro en el pecho. Fue encontrado el 18 de marzo cerca de las 17 horas.
En el caso de la muerte de mi hijo, la ineptitud de los operadores de la justicia penal –jueces, fiscales, y responsables de la oficina judicial local- determinó el resultado inocuo de éste crimen.
En el año 2016 tuvimos recién el primer juicio, con el tribunal integrado por COSMARO, CAVIGLIA y OLAVARRIA, desde ese entonces NO cesaron los errores y horrores de los operadores judiciales. El Fiscal del caso, Adrián Cabral cito a Vargas como testigo cuando en realidad era coautora.
Yo misma recuse a COSMARO porque su hermano ARIEL COSMARO represento a la UOCRA como abogado en otros procesos y durante el año 2014, cuando se hicieron los allanamientos por la muerte de mi hijo, se presentó como abogado personal de Vera, Silva, y Lavin, sin embargo NO me hicieron lugar a ese planteo. Los denuncie ante el consejo de la Magistratura y archivaron todas las causas. Él tendría que haberse aparatado solo. No lo hizo.
Más tarde, en el medio del debate y en función de la declaración de Brenda Vargas –quien dijo que ninguno de los juzgados eran los que habían matado a mi hijo- Cabral retiró la acusación, como consecuencia de ello, los jueces absolvieron a los involucrados.
El Fiscal CABRAL, no tenía iniciativa propia, constituida en querellante debí indicarle y exigirle lo que había que hacer en cada paso.
El arma homicida estaba en poder de Baeza, él estaba imputado en el proceso, el arma fue peritada y dio positiva la pericia. Había encontrado el arma que dio muerte a mi hijo y la justicia siguió sin hacer nada.
Pudo haber disparo Vera o la misma Brenda Vargas, a quien se juzgó en un segundo juicio y también fue absuelta porque los jueces consideraron que no había elementos.
Hacer justicia es poder conocer la verdad, que se juzguen y condenen a los verdaderos responsables de los hechos, no conformarse únicamente con responsabilizar a cualquiera, sino al culpable, llevarlo ante los jueces y que sea juzgado respetando el debido proceso legal y la defensa en juicio, pero que sea juzgado al fin.
Como mamá y victima debí ponerme al frente de la investigación activamente. Me sentí muy sola. Me falló hasta mi abogado Sergio Romero, quien pretendió renunciar antes de que se venza el plazo para impugnar la sentencia absolutoria, y obligado por los jueces que intervinieron, continuó representándome y me entregó una apelación sin fundamento, la que sin saber presente. Ni el recurso de Miquelarena ante la Corte Suprema de la Nación se abrió. Se me cerraron todas la puertas. Me quitaron el acceso a la justicia, por desidia, desconocimiento, ineptitud de los operadores, connivencias políticas y judiciales. Me quede sin nada. Sin recursos internos. Por ello debí acudir ante la Corte Interamericana junto al abogado fallecido Ignacio Ferreyra de las Casas, quién intento abrir la vía internacional infructuosamente –por ahora- dado que aún estaba en trámite el segundo juicio, el que tenía como imputada a Brenda Vargas.
A la directora de la Oficina Judicial le pedí muchas veces que fijaran ese debate. Marcela FREILE demoraba la cuestión, incumpliendo su labor. Luego vino la pandemia, reclame que el juicio sea virtual. Hasta que finalmente se integró un nuevo tribunal para juzgar a Brenda VARGAS.
En el segundo juicio MONICA GARCIA, MARIANO NICOSIA y ALEJANDRO ROSALES, quienes absolvieron a BRENDA VARGAS intentaron explicar con palabras DECORADAS lo inexplicable. Yo recuse a los jueces NICOSIA y GARCIA quienes habían participado de un proceso que involucraba a la UOCRA en el incidente con la municipalidad de la ciudad.
La jueza GARCIA dijo que le gustaría haber podido hacer otra cosa. Digo, los jueces tienen que hacer lo que HAY que hacer, les guste o no.
Frente a las absoluciones interpuse recursos que aún están en trámite. El camino de la búsqueda de la verdad es doloroso y extenso, ya llevo 8 años tratando de que se condene a los culpables.
Esto que paso con mi hijo, no se lo deseo a nadie. El sabor amargo que deja la injusticia, promovido por la justicia de la vanidad, no se quita. Vanidad de vanidades. Todos se creen superiores y nos miran desde el hombro, como distantes de una sociedad a la que pertenecen, con la cual conviven.
Lamentablemente esto me da a pensar que sólo los perejiles sin padrinos, pagan los crímenes, porque el sistema tiene que seguir funcionando, necesita existir para pagar sueldos, para justificar tantos empleados, y tantos funcionarios que tienen miedo de hacer justicia. Esta experiencia me ha hecho estar convencida de que el sistema es orgánico y se protege a sí mismo, y como en el Gato Pardo, se aparenta cambiar algo, para que nada cambie.
Hijo, te recuerdo con dolor, pero en pie. Con el orgullo de seguir adelante y de no cesar en la búsqueda por desenmascarar a todo aquel que te calló, que selló tu voz con el sabor amargo de la injusticia.