Luis Rodríguez: «El caso Diego Pachao nos desafía a un cambio cultural»

15/11/2023

Claudia Véliz, mamá de la víctima, apelará a la Corte Suprema de la Nación por el crimen del joven de 20 años, ocurrido en 2012 en la Comisaría Séptima de la ciudad de Catamarca. Repudia el último fallo del Máximo Tribunal de la provincia, pues considera que confirmó la impunidad. Pide que sean condenados 12 policías por detención ilegal y tortura seguidos de muerte. La mujer habló durante un panel organizado para recordar los 40 años de democracia. La acompañaron entre otros Hebe Pachao, hermana de la víctima; Luis Rodríguez, experto en derechos de niños y adolescentes; Humberto Galíndez, abogado de la familia; y Ana Radusky, defensora de derechos humanos.

«Esta es una provincia feudal», dijo Rodríguez; «el que no quiere asumir esos términos no es conciente del contexto en que vivimos; los poderes estatales se encuentran absolutamente cooptados; nunca antes desde el 83, esta es la mayor deuda de la democracia local, se ha vivido una concentración política y empresarial así, en manos de muy pocos que administran confundiendo lo público y lo privado; en lo privado se cuentan las fuerzas policiales, los grupos transnacionales que operan recursos mineros y todo lo que hace de nuestra seguridad pública el punto más vulnerable de nuestra actividad cotidiana».

«El narcotráfico es otro aspecto del marco doliente y sangrante de la vida de un montón de coprovincianos; ese delito tiene cómplices, entre los que está la Polícia, que se maneja con los estatutos del onganiato; cuando estaba [Juan Carlos] Onganía de presidente de facto dictó una normativa, herencia de la dictadura que todavía tenemos pegada; esto le da facultades extraordinarias a la Policía; con solo un cruce de miradas te pueden cargar en un móvil, golpearte, sin declarar si fuiste detenido o secuestrado, y arrojarte en cualquier lugar; estoy mencionando parte de lo que se considera un procedimiento ilegal».

«Esto no pasa en las películas de Netflix, ocurre en nuestra vida cotidiana; hay un neorracismo; en el caso de Diego Iván Pachao, la Policía judicial escuchó los gritos y encubrió el primer paso de la investigación penal; es decir, no solo está puesto en jaque el funcionamiento del Poder Judicial, sino sus operadores también, personas comunes como nosotros que desempeñan sus funciones dentro de determinadas jerarquías y relaciones de poder; muchas veces no los visibilizamos como individuos capaces de ser cómplices, entonces no seremos capaces tampoco de mejorar la calidad de las instituciones».