Leonardo Santillán: «Se vuelve a repetir lo que hicieron con Darío y con Maxi»

4/4/2025

El hermano de Darío homenajeó junto a Alberto, el padre de ambos, a las víctimas de la masacre de Avellaneda durante una peña en ese partido bonaerense. Denunció que los responsables políticos permanecen impunes. Comparó el contexto actual con el del 26 de junio de 2002. Se manifestó solidario con los jubilados y con Pablo Grillo, el fotógrafo malherido.

«Estoy orgulloso de encontrarme en este espacio, de estar donde estoy y de entender que nos interesamos por cuanta causa y cuanta lucha hay», se emociona Leonardo Santillán de pie con el micrófono sobre la avenida Hipólito Yrigoyen; «aunque no creo en el cielo y esas cosas, pienso que si Darío nos viera también estaría orgulloso de nosotros». A su lado, aún más conmovido, lo observa Luis Alberto, padre de quien habla y del joven piquetero asesinado el 26 de junio de 2002 junto a Maximiliano Kosteki en la llamada masacre de Avellaneda, perpetrada a un kilómetro y pico del sitio de la alocución.

El atardecer se vuelve noche y las luces municipales acaban de encenderse. Es el sábado 15 de marzo. La peña organizada por el Centro Cultural Manuel Suárez ocupa una de las dos manos de la calzada, la que va al sur. Padre e hijo son los encargados de las palabras de cierre. Hace tres días, el miércoles 12, fue la represión en los alrededores del Congreso Nacional mientras se debatía el caso $Libra, escándalo que involucra al presidente Javier Milei. Una jubilada recibió un palazo en el cráneo. Pablo Grillo, reportero gráfico, quedó moribundo con un impacto de cartucho de gas lacrimógeno en su frente.

«La actividad esta es para costear los gastos de la causa, la matrícula de nuestra abogada, pero también hay necesidad [de analizar] esto que pasó el miércoles; se vuelve a repetir lo de Darío y Maxi, lo de Carlos Fuentealba; de vuelta la Gendarmería, como pasó con Santiago Maldonado, todo muy explícito; [vivimos] con mucha bronca lo que pasa; yo la vengo luchando desde lo de Darío, Gobierno tras Gobierno y más allá de lo que nos pasó a nosotros, hemos estado apoyando y creemos que esto trasciende al que esté gobernando, el partido político que sea; me parece que es necesario entender eso».

«Los medios de desinformación saliendo a operar de vuelta; hay algo que ya no pueden ocultar; el accionar, la lacrimógena que le dio a Pablo [Grillo] en la cara; lo que están queriendo hacer es prohibir los drones, justamente para que esto no se sepa; igual no hacían falta para saber quiénes son los que disparan y asesinan; me parece importante como campo popular entender que hay compañeros que no sé si se pueden llamar compañeros, si son parte de lo mismo; en teoría son la oposición, no solamente parlamentaria, pero sostienen todos los decretos y leyes que saca este Gobierno de mierda de Milei».

Leo es el menor de los cuatro hijos que trajeron al mundo Luis Alberto Santillán y su difunta esposa Mercedes Isabel Castillo, enfermeros los dos. Los tres primeros son Javier, Darío y Noelia. El segundo sumaba 21 años e integraba el movimiento piquetero cuando fue fusilado, junto a Kosteki, de 22, por los policías bonaerenses Alfredo Fanchiotti y Alejandro Acosta, durante aquella cacería atroz que dejó además un saldo de 33 heridos de bala. La foto de Darío indefenso agachado junto al cuerpo agonizante de Maxi con una mano levantada a punto de ser acribillado es un emblema de entrega heróica.

Fanchiotti y Acosta cumplen cadena perpetua por doble homicidio y siete tentativas, según el veredicto emitido en 2006 por el Tribunal Oral Criminal 7 de Lomas de Zamora. Otros cinco miembros de la Bonaerense recibieron penas menores por encubrimiento: Félix Vega, comisario, Carlos Quevedo, Mario de la Fuente, Gastón Sierra y Lorenzo Colman. Celestino Robledo fue castigado por intervenir aunque estaba retirado de la fuerza. En paralelo, fueron procesados por falso testimonio Jorge Vanossi —ministro de Justicia de la Nación—, Carlos Soria y Oscar Rodríguez —ambos a cargo de la SIDE—.

«Quienes deberían estar en las calles haciéndole frente a esto son las organizaciones sociales y no están; lamentablemente vienen marcando el camino los jubilados; nos han empujado, porque indigna lo que les pasa a ellos, cómo los cagan a palos; nosotros sabemos por qué les están haciendo eso, porque quieren que la sociedad tenga miedo y no salga a la calle; sin embargo, el tiro de vuelta les salió por la culata; el miércoles pasado hemos sido un montón en la calle y este miércoles vamos a ser más; porque hay una sociedad que es indiferente, que no se compromete con el de al lado, pero es una cuestión de arrastre».

«Que no empezó cuando asumió Milei, hace cinco años o hace diez años; sino hace más y somos muchos los que entendemos…; a mí me tocó entenderlo por lo que le pasó a mi hermano; yo no puedo estar alejado de estas cosas, sabiendo que hay gente que está sufriendo, que la están lastimando; no lo hago por obligación, lo hago por responsabilidad; una responsabilidad política que me tocó, que asumo y que me ha costado mucho tiempo entender y querer; como esto del micrófono; yo no disfruto estar hablando acá; todo lo contrario, cada 26 de junio me ha costado y el último año mucho más todavía».

«Me agarran nervios, voy pensando, me agarra dolor de estómago, pero entiendo que tengo que estar acá; como el otro día entendí que tenía que estar en la Plaza del Congreso; más allá de toda la situación que se vivió, la adrenalina, el miedo y todo lo que viene pasando; estoy orgulloso de estar donde estoy, de ser el hermano de Darío, de estar en este espacio y de haberme cruzado con muchos compañeros y compañeras que venimos sosteniendo no solo el juicio y castigo del crimen de Darío, para que paguen todos los responsables políticos, sino que nos seguimos solidarizando con todas las causas».

«Peña de la memoria y la rebeldía», titula un aviso difundido durante los días previos en las redes sociales de internet; «sábado 15 de marzo de 16-22», convoca; «Darío y Maxi no están solos; todo lo recaudado será para contribuir con la querella de la causa por justicia por Darío y Maxi», explica; «artistas que nos acompañan: Pablo Bernaba (Vozaneón); Norma Aguirre – Priscila Whet – Vero Oroná; Abelardo Martín; Maleza Ruda (con taller baile); La Combination; Les Ñeris», anuncia; «en el CC Manuel Suárez; Av Hipólito Yrigoyen 1635, Avellaneda», sitúa; «organizan familiares y compañeres de Darío y Maxi».

El afiche es protagonizado por una fotografía icónica de los dos jóvenes piqueteros tomada minutos antes de fueran acribillados por los policías. La toma es un plano medio con Darío de espaldas, mirando hacia una nube gris de gas lacrimógeno, y Maxi de perfil, más cerca de la cámara. Ambos tienen trapos negros que les cubren la cara desde la nariz. Darío, de chaqueta de cuero azabache, lleva un gorro blanco y Maxi, de campera de corderoy marrón, una gorra oscura. La escena tiene acción, como si fuera cinematográfica, y sugiere un dramatismo sobrecogedor que anticipa la tragedia inminente.

«No tranzamos con ningún Gobierno, vamos a seguir luchando, vamos a señalar quiénes son los responsables políticos del intento de homicidio contra el compañero Pablo Grillo; la verdad es que las cosas están más que demostradas; quedarnos en nuestras casas en esta situación no está bueno; me parece que es sano hoy acá recargar energía y el miércoles tenemos que redoblar la apuesta; porque a la calle hay que salir contra el delincuente este de Milei, el asesino, el fascista; contra [Patricia] Bullrich también; hay que salir a redoblar la apuesta; con lo que están haciendo, pretenden que nosotros tengamos miedo».

«Ya les demostramos el miércoles y tenemos que volver a salir», invita Leo Santillán; «acá hay compañeros y compañeras que han estado cuando pasó lo de Pablo», elogia; «che, cumpas, todos tenemos miedo, que ese miedo no nos gane», anima; «el miércoles tenemos que salir a bancar, ser astutos y pensar en el autocuidado, cómo enfrentamos la represión; tampoco les vamos a regalar nuestra vida; está bueno que nos permitamos un momento de recargar energía y el miércoles saldremos a dar la lucha como venimos haciendo desde hace 22 años y un poco más también; yo en lo personal milito desde antes».