Florencia Villa: «Quiero que mi nieto sepa que su abuela levantó la voz»

10/5/2025
por Lucio Casarini
Tiene las pruebas de que su hijo Federico Romero, padre de un bebé y oficial inspector del Departamento de Drogas Peligrosas de la Policía de Formosa, fue asesinado por orden de sus superiores. Sucedió el 18 de enero de 2016. Denuncia que el expediente está cajoneado. Planea dar batalla en la Corte Suprema de la Nación y luego la Justicia Interamericana.
«Muchas veces tienen más derechos los civiles que los uniformados, porque dentro de la fuerza pasan muchísimas cosas que se desconocen afuera; todo se tapa por el tema del poder; tenemos que saber, tenemos que luchar; yo sé que es difícil; muchas veces el temor, el miedo no deja avanzar; los ciudadanos tenemos que romper ese miedo; yo encarecidamente le pido, diputada…; porque hoy estoy aquí…; no sé mañana o pasado mañana qué nos puede pasar en Formosa; porque también está el tema del seguimiento y todas esas cosas; tengo familia, eso dejo bien en claro, tengo familia y tengo nietos».
Florencia Gladys Villa suma casi una década mendigando verdad y justicia. Era la hora la siesta del caluroso 18 de enero de 2016 cuando una llamada telefónica infausta le informó que su hijo Federico Romero, de 30 años, padre de Ignacio, un bebé, y oficial inspector del Departamento de Drogas Peligrosas de la Policía de Formosa, se había ahogado durante un operativo en un área fluvial. La odisea que ella ha sobrellevado desde entonces es el hilo del testimonio reproducido en esta nota, brindado el 7 de mayo en la Comisión de Derechos Humanos y Garantías de la Cámara de Diputados de la Nación.
«Federico en 2016 estuvo padeciendo dengue; estando así enfermo, el jefe del Departamento lo cita para que se presente a trabajar, porque tenía que hacer un operativo a orillas del Riacho Formosa», comienza el alegato de la madre, que puede observarse de manera fragmentaria en los videos adjuntos; la diputada a la que se dirige en el primer párrafo y otros pasajes es Sabrina Carlota Ajmechet, presidenta del cuerpo legislativo, que le ha otorgado la palabra; «el concurre estando así porque, como siempre me decía, la Policía constantemente vive con presiones y sí o sí se tenía que presentar ese día».
Video parcial de la intervención de Florencia Gladys Villa el 7 de mayo en la comisión parlamentaria.
«Se va a orillas del Riacho Formosa con ocho camaradas y dos personal de alto rango a hacer ese procedimiento; fue tan sorpresiva y sorprendente [la noticia]…; a la siesta me avisan que mi hijo se resbaló y cayó en el agua; también al rato, después de eso, va otro grupo de policías para entregarme todas sus pertenencias secas; entonces ahí dije ¿qué le hicieron a mi hijo? porque si se resbala se va a ir con todas sus pertenencias; fue así todo, tan dudoso…; no me dejaron ir por supuesto a orillas del riacho; citan al padre, no lo hacen reconocer el cuerpo y lo hacen firmar el acta de defunción».
«Nos dicen que para tal hora lo esperemos en la cochería; vamos; toda la noche con custodia policial…; mi hijo sangraba y sangraba; después de eso lo llevamos…; después del sepelio nos damos con la gran sorpresa de todo lo sucedido…; porque le entregan las prendas de mi hijo al padre en la Policía; estaban todas ensangrentadas; traje fotos para mostrar», expone la madre varias imágenes impresas; «estas son las pruebas, las prendas ensangrentadas; yo como mamá hice peritar todo; tuve que pedir un perito de parte; consulté para saber si era sangre de mi hijo y era sangre de Federico; ahí comienza mi lucha».
Video parcial de la intervención de Florencia Gladys Villa el 7 de mayo en la comisión parlamentaria.
Junto a Florencia Villa, otras voces de la provincia se hicieron escuchar ese día en la Comisión de Derechos Humanos. Teresa Pereira, vecina del barrio Lote 111 de Formosa, que contrajo una enfermedad que podría costarle la vida, proctitis ulcerosa, por la ingesta de agua contaminada. Gabriel Hernández, periodista censurado que acumula tres fallos judiciales en contra; además de comunicador es un personaje que ocupó cargos políticos. Dante Ismael Ifrán, de apellido curiosamente similar al del gobernador, un joven de la comunidad wichi que denuncia haber sido víctima de torturas policiales.
«No se encontraron microorganismos dentro del cuerpo», continúa su testimonio la mamá de Federico Romero; «aquí tengo las pericias patológicas; no se encontraron diatomeas de plancton; ni en el esternón ni en el pulmón ni en el estómago; quiere decir que mi hijo no falleció ahogado; a el lo lastimaron, lo torturaron y lo tiraron al agua para así hacerlo figurar ahogado; el estuvo anteriormente detrás de un operativo de una funcionaria de la provincia de Formosa; no lo hicieron figurar en la causa, pero le costó la vida; también estuvo detrás de otro procedimiento en ese momento, los famosos zapallitos».

Federico Romero y su hijo Ignacio.
«Creo que todos saben lo ocurrido, quiénes son esos famosos zapallitos y todo esto», comenta Florencia sobre los dos escándalos citados, que involucran a personas del poder con el narcotráfico; la funcionaria provincial se llama Blanca Denis; las verduras contenían droga y eran transportadas en un camión de una sobrina del gobernador Gildo Insfrán; «porque Federico era una persona a la que le gustaba mucho investigar y le costó la vida; quizás el no quiso involucrarse en ese entorno y lo mandaron a matar; le hicieron eso a mi hijo; yo siempre dije y lo voy a seguir sosteniendo, la Policía mató a mi hijo».

Federico Romero y la mamá de Ignacio con Florencia Villa.
«Pero así como hay policías con alma negra, también hay buenos policías; no quiero generalizar y decir toda la Policía es mala; porque hay gente buena; desde ese entonces vengo luchando por justicia; después, no me quisieron aceptar como querellante; fui, hablé, presenté notas; llegué hasta la Nación, en ese entonces, el presidente de turno; me tuvieron que aceptar como querellante; desde ahí vengo luchando por la verdad».
«Va a parar el expediente de Federico a un tribunal donde el juez es el hijo de un exjefe de la Policía; es el doctor Sergio [Felipe] Cañete; el mismo fue asesor legal de la Policía de Formosa; está todo involucrado; nunca prosperó la causa, la cajonearon, no se investigó; ni los fiscales ni el juez investigaron; entonces, eso es lo que hoy vengo a pedir encarecidamente; que esto se revea y que no siga sucediendo».

Gabriela y Federico Romero con su mamá Florencia Villa.
La última batalla en la Justicia formoseña busca impedir que el juez Cañete destruya los indicios del homicidio de Federico y archive el expediente. «Planteamos ante el Superior Tribunal [provincial] el recurso extraordinario al que seguramente nos van a decir que no y ahí vamos a tener que ir a la Corte [nacional]», explicó Carlos Lee, abogado de la madre de la víctima, el 14 de enero en diálogo con La Mañana, diario local. «Están todas las pruebas con información patológica del Laboratorio Científico de Chaco», contó ella al mismo periódico; «también del Cuerpo Médico Forense de la Nación.»

Florencia Villa y su hija Gabriela con otros en un reclamo de justicia.
«En representación de muchas madres de uniformados hablo y digo están matando a nuestros jóvenes policías que hacen figurar como suicidio por ahogamiento», continúa Florencia su alegato en la Comisión de Derechos Humanos y Garantías de la Cámara de Diputados de la Nación; «es algo muy injusto lo que estamos viviendo en nuestra provincia; hoy tenemos que salir a levantar la voz, a decir basta; porque esto no puede seguir, no nos podemos callar; porque al callarnos somos cómplices de todo esto que está sucediendo», se revela contra la adversidad; «tenemos que romper esa barrera».
Florencia Villa en el escenario del crimen (galería de fotos).
«Hoy estoy aquí para pedir encarecidamente a la Comisión para que nos ayude; no nos dejen solos a los formoseños; necesitamos una Justicia independiente, una justicia justa; que se revea cuántos jóvenes…; hay un agente de policía, Luis Gavilán, que fue suicidado; Marcelo Gaona también; hay un chico Joaquín Oviedo, su madre está desesperadamente pidiendo justicia; somos un grupo de madres que nos unimos, tanto de uniformados como de civiles; los familiares de uniformados estamos solos, nos sentimos solos, no tenemos el acompañamiento, no sabemos donde ir, corremos riesgo por amenazas».
«Pero tenemos que romper esa barrera; yo siempre les digo a las madres tenemos que hablar, tenemos que salir; porque es la vida de nuestros hijos y no podemos callar; tenemos que buscar la forma de salir adelante; más aún en la Justicia; necesitamos urgente una Justicia que nos acompañe a los familiares de las víctimas; como así también los Derechos Humanos aquí de Nación, que nos acompañe; le agradezco infinitamente diputada Sabrina que haya venido a Formosa a escucharnos, porque tenemos sed y hambre de justicia y así muchos uniformados de toda la República Argentina».
Florencia Villa en los homenajes del escenario del crimen (galería de fotos).
Sabrina Ajmechet (Pro) y Lilia Lemoine (La Libertad Avanza), ambas integrantes de la Cámara Baja del Congreso de la República, estuvieron en la provincia días antes de la audiencia que desarrolla esta crónica con el fin de recoger testimonios de violaciones contra los derechos humanos. Ambas regresarán a continuar la tarea el 12 de junio acompañadas por Karina Banfi (UCR). «Lo vamos a hacer para que todos los argentinos sepan lo que pasa en esa isla de autoritarismo que tiene nuestro país», ha comentado Ajmechet en sus redes sociales; «la dictadura en Formosa se tiene que acabar».
«Con la muerte de Federico ese nieto se quedó sin su padre; el día de mañana, que pueda saber que su abuela empezó a levantar la voz para que esto no quede impune», evoca Florencia Villa al pequeño Ignacio, que en el momento del horror contaba un año y ocho meses; ella tiene además una hija, Gabriela, hermana menor del fallecido, igualmente mamá. Ambas, la abuela y la tía de Ignacio, impulsan una iniciativa civil llamada Corazones Solidarios – El amor a pesar del dolor; junto a otros familiares de víctimas de la violencia, recogen donaciones para asistir a niños de los sectores más humildes.
«Les pido encarecidamente que se acuerden de Formosa; nuestra provincia es la República Argentina, no estamos aislados; lamentablemente no tenemos la posibilidad de llegar a los medios nacionales; pero los tenemos a ustedes, confío en los Derechos Humanos de la Nación; también quiero agradecer al Pronalci [Programa Nacional de Lucha contra la Impunidad]; desde el primer momento ellos estuvieron acompañando la causa y lo siguen haciendo; muchísimas gracias y muchas bendiciones en nombre de todas las mamás de uniformados y de las personas civiles que no pueden levantar la voz; muchas gracias».