Claudia Véliz: «Casi todos los responsables del crimen de Diego están libres»
9/8/2024
por Lucio Casarini
Su hijo, un albañil de 20 años, expiró el 14 de marzo de 2012 tras ser detenido ilegalmente y torturado de manera homicida por policías de la Comisaría Séptima de la ciudad de Catamarca. Al cumplirse 33 inviernos del nacimiento de la víctima, la madre lideró un homenaje en la Plaza 25 de Mayo, la neurálgica de la capital provincial, y renovó el pedido de justicia.
«Tenemos que cuidar principalmente de los jóvenes, que son los más vulnerables», se escucha la voz apacible de la mujer; a su alrededor, varias pancartas blancas colgadas con hilos de los troncos del follaje reproducen la sonrisa del vástago, señalan a los involucrados y renuevan el pedido de justicia; un parlante portátil entona Sobreviviendo, la canción de Víctor Heredia; «esto es lo que no tenemos que permitir; chicos, padres, sociedad de Catamarca; se tiene que terminar, porque no solamente murió mi hijo Diego en manos de la Policía; diariamente siguen torturando, siguen matando».
Es el mediodía del 8 de agosto. El sol brilla sobre la Plaza 25 de Mayo. Claudia Liliana Véliz, de pie con un megáfono, lidera el 33 aniversario del nacimiento de su chango. La acompañan familiares y ciudadanos solidarios. El albañil de 20 años murió el 14 de marzo de 2012 tras ser detenido de forma ilegal y torturado por policías de la Comisaría Séptima. La madre señala a 13 efectivos que por el tenor de lo sucedido merecerían cadena perpetua. Denuncia que el juicio realizado en 2022 confirmó la impunidad, pues ignoró el homicidio y condenó a cuatro por delitos menores. De estos, solo dos permanecen detenidos.
«En la trata de personas también está involucrada la Policía», continúa la mamá de Diego con el frente rosado de la Catedral como fondo; el paisaje se completa con árboles, pinos y y palmeras policromáticos; también con algunos monumentos; «están la política, el Poder Judicial; son amigos; si todos nos unimos [podemos colaborar] para detener este flagelo; que esta desgracia se termine; vamos a llegar a muchos niños, jóvenes y adolescentes, que son los más vulnerables; nos involucremos, sociedad de Catamarca», invoca, mirando a los transeúntes; «nos involucremos, quienes nos visitan de otras provincias».
Los dos presos del caso Diego Iván Pachao son Gustavo Eduardo Bulacios y Ricardo Darío Barrera (aunque algunos temen que anden sueltos de manera subrepticia). Claudio Yani Nieva y Ricardo Javier Varela, los otros dos convictos, están en libertad. Ramón Daniel Quevedo, subcomisario, y Jorge Duilio Montivero, también sentados en el banquillo, fueron absueltos. Los restantes implicados, según la querella, son Rafael Dionisio Méndez, comisario; Pedro Hilario Moya; María del Carmen Gadalupe Acevedo; José Daniel Sotomayor; Fabián Vizcarra; Nelson Bayón; y el médico policial Duilio Gallo Canciani.
«Anímense a decirles lo que son; anímense, no les tengan miedo», exhorta Véliz a los peatones que van y vienen por el casco histórico; «ellos no son más que nosotros; el que tiene un traje no es más que nosotros; es uno más y muchos de ellos son corruptos; como lo es Raúl Jalil [gobernador provincial] como lo es Lucía Corpacci [mandataria anterior y actual senadora] y los ministros en su conjunto; Gustavo Saadi…; son una infinidad, la verdad; una lista interminable de delincuentes que trabajan para matar a nuestros jóvenes, para defender a los más violentos, como la Policía».
El proceso oral y público realizado en 2022 en la Cámara Criminal 2 consideró culpables a Bulacios (recibió 16 años de cárcel por los crímenes de privación ilegítima de la libertad y tortura), Barrera (ocho años como autor de tortura), Varela (cuatro años por vejaciones agravadas) y Nieva (dos años y medio por vejaciones, una pena excarcelable). Los tres primeros quedaron tras las rejas de inmediato. Quevedo y Montiveros recibieron el beneficio de la duda. En 2023, el veredicto fue confirmado por la Corte de Justicia de la provincia, que luego sin embargo revocó la prisión de Varela.
«Trato de crearme cosas en mi cabeza y mi corazón para que esto no sea más desgarrador de lo que es, a pesar de todos los años que pasaron», confiesa la mamá de Diego en diálogo con un reportero de Catamarca es Noticia, como muestra el video que continúa; ella acaba de dejar el megáfono y ahora sostiene en su mano derecha un cuadro tipo collage con fotos impresas de los implicados; «hoy el tendría que estar festejando con nosotros, yo junto a el, sus 33 años; lamentablemente, tenemos que seguir colgando carteles, dando a conocer a la sociedad que no hay justicia, a pesar de que hubo un juicio».
El drama suma tres fallecidos, pues Telmo Alejandro Pachao, papá del extinto y motor destacado de la denuncia, y Leonel González, amigo de Diego y principal testigo del crimen de este, perdieron la vida en circunstancias extrañas nunca investigadas. Telmo fue hallado con la cabeza rota al borde de una calle. Dos policías que se habrían declarado únicos observadores presenciales dijeron que el hombre chocó solo contra un árbol mientras circulaba en moto. Ocurrió en 2017. Leonel apareció ahorcado en otro árbol, en el dique El Jumeal, un espacio público, con medio cuerpo sumergido en el agua. Sucedió en 2019.
El hostigamiento contra la familia Pachao Véliz y su entorno ha sido permanente y sigue en la actualidad. Lo padecen Claudia, sus ocho hijos restantes, sus 17 nietos y quienes los ladean en el reclamo. Como Humberto Galíndez, el abogado de la familia, Luis Rodríguez, experto en derechos de niños y jóvenes, y numerosos amigos y vecinos. El amedrentamiento institucional, evidente con la sangre derramada, involucra los tres poderes del Estado, tanto el Judicial como el Ejecutivo y el Legislativo. La mamá de Diego suele denunciar además el silencio de la prensa y otros sectores de particular influjo.
«Queremos realizar un proyecto contra la violencia institucional», cuenta ella en el audio de esta nota, al día siguiente de la cita en la Plaza 25 de Mayo; «nos va a tomar un tiempo; nuestro compañero Luis Rodríguez [quien la escolta en las fotos] se comprometió a ayudar; a veces hay situaciones que impiden avanzar rápidamente con los desafíos; pero, si Dios y la Virgen así lo permiten, queremos hacerlo por todos los jóvenes de Catamarca; la sociedad tiene que tomar conciencia de que es perverso naturalizar la violencia institucional; tenemos que colaborar entre todos, no esperar que nos pase».
El proyecto de ley Diego, como lo llaman sus autores, consiste en una reforma jurídica inspirada en la brega de Claudia y quienes la respaldan. Busca, ni más ni menos, la vigencia de los derechos y garantías establecidos en la Constitución Nacional. El primer reto será la aprobación por el parlamento provincial. Luego podría intentarse lo mismo en el Congreso de la República. Entre otros hitos cruciales, están en juego las facultades extraordinarias de la Policía, como el estatuto que avala las detenciones arbitrarias. Ese es el atropello inicial que sufrió el hijo de la protagonista de esta nota. Justamente.