Silvia Bignami: «Hay que dar un debate profundo sobre el uso de bengalas»

19/2/2024
por Lucio Casarini
Es integrante del Movimiento Cromañón y mamá de Julián Rozengardt, que tenía 18 años cuando perdió la vida en el incendio del boliche del barrio porteño de Once. Reflexiona tras el incidente del sábado en Niceto Club. La célebre tasca de Palermo tuvo que evacuar un concierto del trapero El Doctor después de que miembros del público encendieran dos candelas humeantes.
«Soy Silvia, mamá de Julián, una de las víctimas fatales de Cromañón», se presenta la voz de esta nota; «integro el Movimiento Cromañón y en esta ocasión nos toca expedirnos sobre un hecho que se banalizó bastante, que ocurrió el otro día en un recital; a nosotros nos parece que hay que dar un debate profundo, estamos dispuestos; nos gustaría que los medios nos escuchen; nos gustaría que los colectivos populares también nos oigan cuando hablamos del rock, de las responsabilidades y demás; estamos a disposición para seguir conversando y les pedimos que difundan, por favor, la siguiente proclama».
«Este sábado prendieron bengalas de humo en un show de El Doctor en Niceto Club», comienza un escrito del Movimiento Cromañón. «El evento se suspendió y ayer comenzó a circular en redes lo sucedido, así como testimonios y un comunicado del lugar», agrega la gacetilla de prensa. «El uso de bengalas, así como su ingreso en eventos, tiene para nuestra memoria como pueblo un sentido insoslayable. Representa un claro límite, como una señal de peligro compartida. Es un símbolo que sintetiza no sólo a aquel conocido detonante sino que, también, las múltiples causas que provocaron Cromañón.»
«Creemos que es una oportunidad para resaltar la responsabilidad que tienen todos los actores que son parte de episodios como este: productores, funcionarixs y músicxs. La de actuar para evitarlos y también la responsabilidad ética de tomar postura», continúa el descargo. «A su vez, creemos necesario destacar la importancia de que lxs músicxs se posicionen con celeridad y claridad frente a su público ante estos episodios, como tantas lo han hecho en estos años. Tanto para interrumpir inmediatamente su show como para transmitir repudio ante episodios tan desafortunados. Por su público y por la memoria.»
«Nosotrxs, como víctimas, bien conocedoras de causas, consecuencias, procesos, juicios, dolores y luchas, tenemos otra responsabilidad, la de animarnos a dar un debate honesto y profundo para construir una memoria verdaderamente colectiva. Y nuestra bandera, siempre, bien en alto: LXS PIBXS DE CROMAÑÓN, PRESENTES!»
Controversia
«Repudiamos estos actos negligentes que aún siguen generando indignación y sobre todo dolor en la escena musical argentina. Y más ahora, que se cumplirán 20 años de una de las peores tragedias de nuestra época», dice el documento de prensa difundido por Niceto Club, que resalta los conceptos de seguridad, bienestar y responsabilidad. «Si bien es nuestra obligación que ningún artículo de pirotecnia ingrese en la sala, estamos investigando aún lo sucedido», explica sobre la pesquisa en manos del Ministerio Público Fiscal. «Que el recuerdo esté presente para enseñarnos a no repetir jamás estas acciones y a protegernos».
«Tanto yo como mi equipo repudiamos lo que sucedió y lamento que a 20 años de la tragedia que cambió las reglas en las que se lleva adelante los eventos en Argentina pase esto en un show mío», responde un extenso escrito de El Doctor. «Pero tengo en cuenta que la noche de Cromañón hace 20 años era otro tipo de pirotecnia la que generó la tragedia y era pirotecnia completamente diferente a las bengalas de humo», concluye para la controversia, pues según las normas no importa si son bengalas, bengalas de humo, candelas o petardos. No debe utilizarse pirotecnia de ninguna clase en un lugar cerrado.

Denuncia
La Agencia Gubernamental de Control de la Ciudad de Buenos Aires realizó la denuncia ante Julio Barreto, secretario administrativo de la recepción de denuncias de Ministerio Público Fiscal de unidad norte, y Maximiliano Vence, fiscal, para que pidan las cámaras de video y se pueda comprobar y establecer las responsabilidades tanto del establecimiento como de quien prendió la bengala. «Se actuó rápidamente», detalla el informe de la AGC, «los de seguridad del lugar apagaron la bengala y el bombero que tiene que estar en lugar lo dejó acentuado en el libro. Se canceló el evento y se evacuó el lugar».
«Quien ingrese o lleve consigo artefactos pirotécnicos a un espectáculo masivo, de carácter artístico o deportivo, será sancionado/a con diez a cuarenta y cinco días de trabajo de utilidad pública o arresto de cinco a treinta días», de acuerdo con el artículo 111 de la Ley 1472 del Código Contravencional de la Ciudad. «La sanción se elevará al doble si los artefactos son encendidos o arrojados o si la persona imputada es miembro de comisión directiva de la asociación civil o deportiva participante. Toda autorización de excepción debe otorgarse en forma escrita por autoridad competente a los organizadores del evento.»

Shows en villas y cárceles
Pablo Toro, nombre verdadero de El Doctor, nació hace 31 años en Parque de los Patricios, Capital Federal. Según ha trascendido en la prensa, cuando era muy pequeño, debido a las limitaciones que tenía su madre para criarlo sola, ambos se mudaron al partido de La Matanza, donde reside su abuela. A los 11 años, supuestamente cansada del mal comportamiento del niño, su progenitora lo habría abandonado en la calle. Desde ahí, la existencia del chaval transcurrió cuesta arriba, pero fue amasando el sueño de hacer música. Poco a poco empezó a dar shows en las villas y las cárceles, únicos lugares donde se sentía aceptado.
Al iniciar su camino intrincado de artista, esos ámbitos complejos, aunque relativamente guarecidos, le daban espacio para expresarse. En 2015, cuando se atrevió a lanzar de manera abierta canciones que se explayan sobre temas espinosos vinculados a sexo, drogas y armas, fue despreciado por quienes integran la escena más tradicional del trap argentino. Pero esto no lo detuvo. Siguió rebuscándose como albañil, el oficio con el que se ganaba la vida antes de ser una estrella, y luego de notable brega logró dejar el universo marginal para presentarse en lugares exclusivos como Groove, Crobar y finalmente Niceto.

La peor del mundo
Con al menos 194 muertos y miles de heridos, el incendio ocurrido el 30 de diciembre de 2004 en el boliche Cromañón es la peor masacre de la historia del rock en todo el mundo. Convertir en espacio de homenaje el inmueble es uno de los mayores desafíos pendientes. Un paso fundamental suplementario es un fondo de reparación. Como culpables materiales fueron sentenciados Omar Chabán, gerente del predio (muerto en 2014); Rafael Levy, propietario; Diego Argañaraz, mánager de Callejeros; y Carlos Díaz, subcomisario. El principal responsable político es Aníbal Ibarra, jefe de Gobierno de la Ciudad, que fue destituido.
Otros convictos son los músicos: Patricio Fontanet, cantante, Maximiliano Djerfy, Elio Delgado, Cristian Torrejón, Juan Carbone y Eduardo Vázquez. Este, el baterista de la banda, sumó la cadena perpetua por el crimen de su esposa, Wanda Taddei, perpetrado en 2010 (la roció con alcohol y la prendió fuego durante una discusión). Más castigados por el desastre del boliche: Fabiana Fiszbin, Ana María Fernández, Gustavo Torres y Roberto Calderini, funcionarios porteños; Rubén Fuerte y Luis Perucca, empresarios; Alberto Corvellini, Marcelo Nodar y Marcelo Esnok, integrantes de Bomberos de la Policía Federal.