Rosa Bru: «Que liberen al detenido a cambio de que diga dónde está Miguel»

29/11/2023
por Lucio Casarini
«Dios quiso que Miguel fuera a la querida Escuela de Periodismo [de la Universidad Nacional de La Plata]; me dijo Néstor [mi marido] los chicos te esperan en la casa de Cristian Alarcón, te quieren a hacer una nota; cómo sería la cara que le puse, que me aconsejó tomate un taxi; yo estaba agotadísima; fui y me entrevistaron para Página 12; estaba Pablo Morosi, que escribía en el suplemento de los sábados acá en la ciudad; en ese tiempo el director era [Jorge] Lanata; cuando vio el tema decidió esto es para la edición nacional; salió el 19 de septiembre de 1993, que fue domingo, en la tapa, grande con foto; pensé ahora cuando Miguel se descubra va a llamar y avisar que está todo bien; [el caso] explotó; al otro día no sabíamos qué pasaba; la casa llena de gente; estuvo Canal 11…».
Néstor Miguel Bru es tristemente célebre como el primer desaparecido argentino desde el regreso de la Democracia. Pero en el futuro quizás la memoria histórica lo reconocerá además como un periodista insigne. A pesar de que contaba solo 23 años y nunca tuvo empleo pago en el rubro, su legado es notable. Probablemente lo inspiraron las clases del oficio que había cursado en la Universidad Nacional de La Plata; las pesquisas de Página 12, su periódico favorito, que leía con avidez; o Rodolfo Walsh, cronista brillante y antiguo vecino de la capital provincial también esfumado por agentes estatales.
Corría 1993. La Bonaerense, la maldita Policía, sembraba el terror. Miga, como llamaban al joven, tomó coraje e hizo lo que nadie osaba. Denunciar los excesos de la fuerza. Acusó a un grupo de agentes por allanamiento ilegal y abuso de autoridad en la Fiscalía de Cámaras platense después de un episodio que sufrió junto a amigos con los que integraba una banda de rock, Chempes 69, en la que era compositor y cantante. Por ende, le hicieron la cruz. Fue hostigado progresivamente hasta que el 17 de agosto fue detenido de forma arbitraria y torturado hasta la muerte en la Comisaría Novena.
Como narra Rosa Schonfeld de Bru, la mamá, en el testimonio estremecedor de esta nota, el paradero del cuerpo es una pregunta que permanece sin respuesta. Aunque la trama está a la luz. Los perpetradores son aquellos que Miguel había delatado. Justo José López, alias el Negro, que cumple perpetua, es el único preso. Walter Rubén Abrigo, ídem, falleció en la cárcel. Juan Domingo Ojeda, comisario, y Ramón Cerecetto fueron condenados por encubrimiento. Igual que el juez Amílcar Vara, exonerado. Testigos incriminaron además a otros policías, como Víctor Ranalleta y Humberto Beltrán, alias Pata.
La palabra de Celia Noemí Giménez, apodada la Negra, prostituta y hermana de un pibe recluido junto a Miguel, fue la punta del hilo que permitió desentrañar la intriga. Ese chaval, Luis Horacio Suazo, llamado el Negro, murió en manos de policías un año y pico después que Bru. Había alrededor de 15 arrestados la noche fatídica. Varios más fueron fundamentales para establecer los hechos: Jorge Ruarte, alias el Chavo; José Luis Fernández; Alberto Mauro Ramírez; Carlos Alberto Acuña; Miguel Ángel Rivolta; Norberto Ávila; Hernán Horacio Lafranconi; Ezequiel Sánchez Barreto; Pablo Alejandro Cepeda; Alberto Mauro Martínez.
El Gobierno Bonaerense ofrece en la actualidad cinco millones de pesos para quien desee aportar indicios concretos. La familia de la víctima garantiza contemplar todas las condiciones que la persona establezca. Los ciudadanos pueden presentarse ante cualquier fiscal general de Cámara de los distintos departamentos judiciales de la provincia de Buenos Aires. Ante la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio 3 del Departamento Judicial de La Plata (calle 7, entre 56 y 57). O ante la Dirección Provincial de Registro de Personas Desaparecidas (teléfono 0221-4293015, con reserva de identidad).