Raquel Domínguez: «Como consecuencia de la agresión perdí un embarazo»
La denunciante, que es una vecina humilde del barrio Libertad, en la ciudad de Salta, relata un calvario que afecta también a dos nietas, de cuatro y nueve años, que viven con ella bajo el mismo techo. El terreno de 10 por 20 metros que compró en 2011 fue usurpado en 2014 y desde entonces se ve obligada a convivir con quienes edificaron al lado de su hogar y, para colmo, la amenazan de muerte, la golpean y se burlan de su circunstancia gracias a contactos que tienen en la Policía y la Justicia. Desde el año pasado, la mujer administra un merendero que atrae lugareños y le permite sentirse protegida. Pide al gobernador Gustavo Sáenz y los funcionarios de Derechos Humanos que se acerquen y vean el caso, ya que los tribunales la tienen de un lado al otro sin una solución.