Liliana, mamá de Ronald Ignacio Guerra: «Tomar y conducir o te mata o matás»

18/1/2024

«Un día como hoy, Ronald Guerra, estudiante de enfermería, jugador de hockey, paseador de perros, pasante de enfermería de Casas Tuteladas Rawson, voluntario en la lucha contra el Covid, empleado en la fábrica de pesca, hermano amoroso, hijo perfecto, amigo inolvidable, el 18 de enero, a días de festejar su cumpleaños número 25 y el de su hermana, le arrancó la vida un médico recién recibido de 26 años oriundo de Trelew, con 1,82 de alcohol, a más de 180 km/h. Golpeó la bici de Rony impactando el cuerpo de mi hijo en su parabrisas matándolo al instante. Ni olvido ni perdón. Lo recordamos en este día para tomar conciencia, porque tomar y conducir o te mata o matás.»

Liliana Guerra estampará en el asfalto nuevamente, por tercer año, el nombre de su hijo con el símbolo que recuerda a las víctimas vehiculares en la Argentina. «Vamos a pintar la estrella [amarilla] este sábado a las diez de la mañana», anuncia en un video de TikTok; «va a estar acompañándonos la [Dirección de Seguridad] Vial con cuatris [cuatriciclos] para los niños, los esperamos». El sitio queda sobre la avenida Marcelino González, en el puerto de Rawson, provincia de Chubut. Por allí pedaleaba el muchacho el 18 de enero de 2021 cuando fue atropellado de manera letal. Estaba a punto de cumplir 25 años.

El horror ocurrió a las dos, en plena noche, mientras Ronald Ignacio Lezcano Guerra se dirigía en bicicleta hacia la planta pesquera en la que se desempeñaba como operario. Debía tomar el turno a esa hora de la madrugada. Es un sector de tránsito restringido, con máxima de 40 km/h. Sin embargo, Nicolás Suganuma, médico de 26, conducía su Renault Sandero a altísima velocidad y borracho. La mamá de la víctima denuncia 180 km/h y 1,82 de ingesta etílica en sangre. El vehículo cargaba gran cantidad de bebidas alcohólicas. En esas condiciones atropelló al ciclista fatalmente de atrás e intentó fugarse.

El juicio breve efectuado en 2022 por acuerdo de las partes condenó al homicida a cuatro años de cárcel domiciliaria, una década de inhabilitación para conducir y el pago de un resarcimiento económico. Quedó en libertad condicional debido a la prisión preventiva que había cumplido y las capacitaciones hechas en el encierro. Durante la audiencia, Suganuma se declaró culpable y expresó disculpas a la familia. «Lo único que te pido es que seas un buen médico, que desarrolles tu profesión con honor, cosa que no hiciste en ese momento con mi hijo», le replicó Liliana. «Quédese tranquila, lo voy a tener en mi conciencia por el resto de mi vida», respondió el convicto. «Que Dios sea testigo de sus palabras», concluyó la mamá de Ronald.

Cerca del escenario de la tragedia se encuentra la plaza Ronald Ignacio Guerra, nombre asignado en 2022 al área de la Playa Unión entre las calles Robin Escalante, Trinidad, Demby y Teniente Coronel Roa. El predio tiene esculturas donadas por el artista plástico Carlos Canio Abraham que reproducen objetos del fallecido, como una bicicleta o un palo de hockey. Liliana también ha impulsado la iluminación de la senda donde ocurrió el drama. En simultáneo, colabora con la Fundación Estrellas Amarillas y la Asociación Civil Madres del Dolor, organizaciones nacionales que promueven iniciativas a favor de la seguridad vial.