Juan José Niedfeld: «Para combatir un problema hay que trabajar en las causas»
21/5/2024
por Lucio Casarini
El Tercer Congreso Nacional de Estrellas Amarillas, realizado en la ciudad de Santa Rosa, La Pampa, entre el 24 y el 26 de abril, lo tuvo como disertante. Es gerente de Prevención y Seguridad Vial de la compañía Seguros Rivadavia, con sede en La Plata. Es colaborador de la fundación homónima del evento, que preside Silvia González, mamá de Sacha Viguera.
El Tercer Congreso Nacional de Estrellas Amarillas revolucionó entre el 24 y el 26 de abril la ciudad de Santa Rosa, provincia de La Pampa. Fueron tres días apasionantes, intensos, controversiales y retadores que transcurrieron como un torbellino. El símbolo que expresa el título representa a las víctimas vehiculares en la Argentina, como los ciudadanos contemplan de forma cotidiana en los hitos donde ocurre una tragedia en las rutas y calles de todo el país. La Agencia Nacional de Seguridad Vial considera este emblema una señal de tránsito y lo incluye en el examen para obtener el registro de conducir.
Las actividades se repartieron en escenarios simultáneos que obligaron a los espectadores a caminar de acá para allá. La Universidad Nacional de La Pampa, el Ministerio de Salud provincial, el Hospital de Complejidad Creciente René Favaloro, un camión simulador (bautizado Rutas en rojo) puesto en la vía pública por Sancor Seguros, el Parque Vial Itinerante Sacha Viguera, situado junto a la Laguna Don Tomás, el Cine Milenium, la Dirección Provincial de Vialidad, el Superior Tribunal de Justicia y la playa de estacionamiento de la Fundación Estrellas Amarillas, que luce murales pictóricos alusivos.
El Congreso estuvo repleto de emociones, muchas vinculadas a los afectados, y coincidió con dos efemérides preclaras. Por una parte, el 29 cumpleaños de Sacha Viguera (celebrado el 24 de abril), el desaparecido hijo de Silvia González. El niño tenía siete cuando en 2003 fue víctima de un asesino al volante. Por otra, los 20 años del inicio de la Fundación Estrellas Amarillas, que ella preside. La brega de la adalid, acompañada por un nutrido grupo de pares, ciudadanos solidarios, especialistas y otros colaboradores, ha convertido gradualmente su distrito en una meca de la cuestión dentro y fuera de la República.