Elvira Torres: «Cristian tenía 25 años, un joven sano con montones de proyectos»

«El abrazo de todos es un mimo al alma», dice la mamá de Cristian Alfredo Gómez, que tenía 25 años cuando en 2001 fue víctima del gatillo fácil del policía Juan de Dios Velaztiqui, junto a Adrián Matassa, 23, y Maximiliano Tasca, también 25. El barrio porteño de Floresta desplegó varios homenajes a dos décadas del triple crimen.
17/1/2022
«Esto es importantísimo para la memoria, importantísimo; estoy reagradecida a todo el colectivo que ha hecho posible esto, porque siguen trabajando por, como dice el cartel, la memoria, la verdad y la justicia; para que no olviden a los pibes; como mamá obviamente no lo voy a olvidar, pero esto hace que estén más presentes que nunca».
Elvira Torres habló así el 29 de diciembre, al cumplirse dos décadas de la masacre de Floresta, en la que su hijo Cristian Alfredo Gómez, alias el Gallego, de 25 años, fue víctima del gatillo fácil del policía Juan de Dios Velaztiqui, igual que Adrián Matassa, 23, y Maximiliano Tasca, también 25. Angélica Matassa y Silvia Irigaray, mamás de los dos últimos, participaron igualmente del acto, que fue en el escenario del horror e incluyó la inauguración de un cartel y una placa.
Acompañó a las tres mujeres una multitud nutrida de familiares, vecinos, representantes de instituciones civiles y autoridades oficiales. Sandra Bravo, testigo clave del hecho, fue una asistencia destacada entre los habitantes de la zona. El padre Julio Mendiguren, de la Parroquia de la Candelaria, aportó su bendición. También hubo personas de la Comuna 10, la Asamblea de Floresta y el Club Atlético All Boys.

Elvira habla durante el acto, escoltada por sus hijas Graciela y Sonia.
Nora y Eduardo Iglesias, Silvia Fredes, Viviam Perrone e Isabel Yaconis estuvieron como miembros, igual que Silvia y Elvira, de la Asociación Civil Madres del Dolor. Horacio Pietragalla Corti, secretario de Derechos Humanos, participó en nombre de la Casa Rosada. Otros funcionarios presentes fueron Paula Penacca, diputada nacional, y Claudio Morresi, legislador porteño.
La jornada fue concluida con una misa en la Parroquia, una marcha de antorchas por las calles del barrio y un festival en la Plaza del Corralón. All Boys había abierto las dedicatorias el 27 de diciembre con el descubrimiento de otra placa en sus instalaciones. Esta cita fue protagonizada igualmente por los parientes de Adrián, Cristian y Maxi, escoltados por directivos de la entidad, allegados y vecinos.

Silvia Irigaray, Elvira y Sonia, la hija de esta, contemplan el cartel inaugurado en la vereda del horror.
«Por la memoria»
«Hola a todos y a todas, gracias por estar», dijo Elvira bajo un sol abrasador y con una sensación térmica cercana a los 40 grados; «no saben lo importante que es para nosotras, las mamás, que nos acompañen en este momento; a las autoridades, a los vecinos, a los periodistas del barrio que nos acompañan siempre, y a los que no son; yo me quedé en el día del hecho, en ese momento; no me lo imagino a Cristian hoy con 44 años; tenía 25 años, un joven sano, con montones de proyectos de vida y este asesino, Juan de Dios Velaztiqui, no lo dejó ser».
«En el barrio se trabaja siempre por la memoria, por eso tiene que llamarse la Comuna 10, comuna de la memoria; porque para nosotros ya lo significa; realmente es importantísimo, porque trabajan un montón de colectivos para que la memoria de las víctimas que tenemos en Floresta estén vigentes y presentes siempre».
«Agradezco un montón que estén acá; como puse en Facebook: el abrazo de todos es un mimo al alma de uno; esto nos da fuerzas para continuar, gracias».

Graciela y Sonia, hermanas de Cristian (Revista Cítrica).
«Esa mujer tan valiente»
«Les agradezco en primer lugar a los funcionarios que están presentes», dijo Sonia, hermana de Cristian; «al comunero del barrio; a los amigos; a las mamás; a mi mamá; que siempre han tenido la fuerza para luchar, día tras día desde ese 29 de diciembre de 2001; gracias a María Claudia [Martínez, escultora] por el monumento que ha hecho; gracias a Sandra, esa mujer tan valiente que se animó a decir la verdad; gracias a mi pareja, que está por ahí, que no la veo; gracias a los vecinos, que sin ellos hubiera sido en vano nuestra lucha».
«Quisiera hacer un agradecimiento muy especial; por suerte desde hace nueve años estoy trabajando para el Estado; le agradezco al señor presidente Alberto Fernández por acompañarnos, por luchar a través de cada uno de los organismos que integran el Estado para que esto no pase nunca más; muchas gracias a todos y gracias siempre por acompañarnos».

El cartel inaugurado en la vereda del drama.
«Como hermanos»
«Buenas tardes; en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén», saludó el cura Julio Mendiguren; «Padre bueno, te pedimos que bendigas este cartel; que bendigas a las familias de Adrián, Cristian y Maxi; que bendigas a Elvira; que bendigas a Silvia; que bendigas a Angélica; que bendigas a todos los que están presentes; que bendigas especialmente a Sandra, que ayudó a esclarecer este hecho; que nos bendigas a todos».
«Para que cada día podamos tener un corazón más abierto a la verdad, a la justicia y al amor; si viviéramos como lo que somos, si viviéramos como hermanos, no pasarían estas cosas; que Dios nos bendiga a todos; que bendigas una vez más la ermita [o monolito] donde se recuerda desde aquel día este hecho; en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén».
«Hay una imagen de la Virgen de Luján en la ermita; Silvia me pidió que rezáramos un Avemaría teniendo presente la imagen de la Virgen y teniendo presentes a los chicos; Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte, amén; en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén».

La placa inaugurada en la vereda del horror.
«Son un emblema»
«Gracias a todos y todas por venir», intervino Fernando Moya, de la Comuna 10; «obviamente son 20 años, no cualesquiera 20 años; sí es un homenaje más y un recuerdo más para estas madres, que marcaron un camino, un ejemplo; recuerdo siempre, cuando hablamos, que yo tengo la misma edad de Maxi; si bien no compartimos, porque éramos de distintas bandas; yo estaba en la plaza y Maxi era más de este lado; pero el también iba para allá, porque era integrante de los Pecosos de Floresta [una murga], en la percusión».
«Apenas se empezó a correr la voz de lo que había pasado, nos movilizamos todos; mas allá de tener… en ese momento yo ya era militante; tenía, digamos, cierto nivel de compromiso político; mas allá de que todavía para nosotros no había llegado Néstor, que para nosotros es muy importante, porque Néstor pudo poner el Estado en orden; como quien dice, así como recuperó la ESMA y después de más de 40 años de haber callado, en nombre del Estado pidió perdón; Néstor puso las cosas en orden; Silvia y Elvira eran invitadas a cada acto en la Casa de Gobierno para poner las cosas en su lugar; para que el Estado estuviera para cuidarnos a todos y todas, más allá de cómo pensamos».

Elvira abraza a Sandra Bravo, la testigo clave.
«Los pibes para nosotros, mi generación, son un emblema que tiene que ver con haber recuperado el Estado, pero fundamentalmente con haber recuperado la memoria; por eso, independientemente de las funciones que me tocan de forma transitoria como comunero, esencialmente como militante, milito la memoria todos los días».
«Es un trabajo en el que necesitamos esforzarnos; lamentablemente como sociedad hemos tenido atrocidades y parece que muchos se olvidan, no, de esas atrocidades y cuando quieren ocupar un lugar en el Estado utilizan el Estado, en lugar de para proteger, para lastimar, para agredir y para matar; por eso nosotros hacemos memoria hoy con esta señalización, gracias a Horacio».
«Hace dos años que volvimos a poder ser Gobierno Nacional y hoy la Secretaría de Derechos Humanos vuelve a cumplir el rol que tenía hasta el 2015; también es importante señalar, agradecer a Claudio Morresi; gracias a el pudimos hacer la placa de recordación por los 20 años a través de la Legislatura; fue votada en forma unánime».
«Me parece que esto es poner el Estado en su lugar; la Junta Comunal, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires y el Estado Nacional estamos por la memoria, estamos por la verdad, estamos por la justicia; no nos cansamos; vamos a seguir trabajando para que nuestra Comuna sea la comuna de la memoria; muchas gracias, Silvia, Elvira, Sonia, Graciela [las dos últimas son hermanas de Cristian Gómez], todos y todas que día a día en la Comuna siguen trabajando por la memoria».

Elvira con Silvia Irigaray junto a una allegada.
«Están muy felices»
«Buenas tardes a todos y todas», se presentó Claudio Morresi; «cuando los legisladores hacemos estas placas, estos reconocimientos, estas diferentes formas de que haya una presencia, a mí personalmente me gusta decir que ahí están todas las manos, todos los corazones de todos los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires».
«Podemos decirlo hoy más allá de algunas posiciones políticas de un grupo pequeño de personas que, de alguna manera, avalan barbaridades así, en este caso de la Policía; pero tengan presente que la gran mayoría de todos los que viven en la ciudad están acá presentes o de alguna manera acompañando, felicitando la valentía de la compañera Sandra, la presencia, la lucha de los familiares, de muchas instituciones que siempre están recordando».
«Uno, que viene del deporte, veo ahí gente del club All Boys; es sumamente importante que los clubes populares estén presentes en este tipo de acto; todas las organizaciones sociales; quiero finalizar diciendo que hay mucha gente que agradece todo el esfuerzo vienen haciendo desde hace tanto tiempo; pero hay especialmente tres personas que les agradecen de corazón, que son Cristian, Maxi y Adrián, que, estén donde estén, están muy felices».

Silvia Irigaray y Elvira con dos allegados en el Club Atlético All Boys.

Dina, tía de Adrián Matassa, Elvira y Silvia Irigaray en el Club Atlético All Boys.
«Lucha incansable»
«Quiero solamente decir dos cosas», recibió el micrófono Paula Penacca; «primero reconocer que hoy podamos estar haciendo esta señalización; es muy importante que el Estado, a través de sus funcionarios, se haga cargo y se haga responsable de estos hechos».
«Sabemos que cuando se da un incidente de violencia institucional, si bien hay responsables concretos —en este caso además llegó la justicia, de alguna manera, para declarar culpable a quien fue el autor concreto de esta masacre—, además el Estado tiene que responsabilizarse, al ser alguien de una fuerza de seguridad quien lleva adelante el asesinato».

Elvira con sus hijas y su marido; detrás, el equipo de música de Cristian y otros recuerdos.
«Es importante que tengamos políticas públicas, que tengamos la Secretaría de Derechos Humanos presente, que la Legislatura esté representada por Claudio, que podamos estar desde la Cámara de Diputados de la Nación también acompañando y diciendo que, como el Estado es responsable, tiene que construir políticas para mirar para atrás, que estas cosas no vuelvan a suceder nunca más, para que haya prevención y para que podamos erradicar la violencia institucional».
«Pero no sería posible seguramente esta señalización que hacemos hoy si antes no hubieran estado, como están hoy aquí presentes, los familiares, las madres, los amigos, los vecinos, las vecinas; en esa lógica que nuestro pueblo tiene tan aprendida después de la dictadura militar; la de construir y organizarse para fortalecer la memoria, para reclamar justicia, para no dejar que se olvide este tipo de hechos».
«Me parece que esas dos cosas son las centrales, las que tenemos aquí hoy expresadas y reflejadas gracias a la lucha incansable que a partir del dolor han podido construir sus familias, sus vecinos y sus amigos; el compromiso de nuestro proyecto político es hacer que esas luchas no sean en vano, que se alcance la justicia, sobre todo desde la construcción de la memoria; que nunca más tengamos ningún hecho de violencia institucional en nuestro país; muchísima fuerza y felicitaciones por todo lo que han luchado hasta aquí».
«Adrián, Cristian y Maxi presentes ahora y siempre», gritó una voz femenina al terminar la inauguración del cartel y la placa; «ahora y siempre», respondieron los congregados. «Adrián, Cristian y Maxi presentes ahora y siempre», volvió a escucharse el grito anónimo; «ahora y siempre», contestó otra vez la multitud.