Diego Céspedes: «Nos tienen de aquí para allá, ahora con dos hijos muertos»

17/4/2023

De los seis hijos que tuvieron Nora y Diego Céspedes en su hogar de Puerto Esperanza, provincia de Misiones, dos ya no están. El 22 de julio de 2012, Hernán, de 17 años, falleció en una comisaría con huellas salvajes de tortura. Los policías dijeron que se había ahorcado. La familia denuncia que lo liquidaron porque era el perejil del crimen de Taty Piñeiro, caso que conmovió al país y permanece impune. El 10 de marzo pasado, Natalia, de 24 años, hermana del muchacho, perdió la vida luego de dar a luz a su único bebé. Los Céspedes alegan que el deceso fue provocado por las agresiones que le propinó durante el embarazo el papá de la criatura, David Potenza, de 23 años, adicto al alcohol y las drogas. También acusan a la Justicia de entorpecer nuevamente la investigación.

«Desde [Puerto] Esperanza, Diego Céspedes habla y Nora. Estuvimos en [Puerto] Iguazú esta mañana y el caso de Natalia, mi hija, como siempre ¿no? como en 2012, ahora en 2023 pasa a [los Tribunales de] El Dorado. Otra vez no se quiere hacer cargo el Juzgado de Iguazú; nosotros somos departamento Iguazú. Pasa a El Dorado, que nada que ver. Se ve que el juez no quiere agarrar la causa, rechazó la causa. O sea que ahí estamos, no entendemos por qué.»

«Lo que pasa es que el juez [Martín] Brítez antes era secretario del juez [Pablo Fernández] Rissi en aquel entonces, en 2012. El sabe que hizo mal las cosas y ahora es juez. Para que se sepa [como son las cosas] acá en la zona norte de Misiones. Nos dieron un papel; pasó el caso a El Dorado ahora, con el juez [Roberto] Saldaña, otro que no sé si va a hacer algo. O sea que no hay justicia, directamente, no hay justicia acá en la zona. Nosotros, la familia Céspedes, no tenemos justicia.»

«Ahora de por medio hay un bebé de mi hija, que lo único que falta es que nos quiten el bebé. Para eso van a tener que pasar sobre nuestros cadáveres más o menos. Porque el bebé no les vamos a entregar, el hijo de Naty no vamos a entregar. Aunque se saquen la cabeza, que hagan lo que hagan. Porque aparentemente acá en nuestra zona no hay justicia. Comento de una, sin rodeos, sin nada. Yo soy de pocas palabras, pero digo la verdad. Nos rechazaron de [los Tribunales de] Iguazú directamente.»

«[Buscamos] alguna posibilidad de salir por los medios [periodísticos] de Buenos Aires para que se sepa esto. Porque acá aparentemente no hacen nada, no quieren o se hacen los locos. No entendemos, la verdad. No entendemos. Nos tienen de aquí para allá. Hicimos varias denuncias y nuestras denuncias no prosperan. Ahora nos mandan a El Dorado a entregar unos papeles. El caso va a ir a El Dorado. Nos tienen de aquí para allá.»

«Lo triste es que hay una persona muerta, que es mi hija. Otra más. La verdad es que no entendemos más nada. O los médicos hicieron mal el trabajo o golpes del marido, porque vivía golpeándola a mi hija. Hay cosas que se están descubriendo. Hay un teléfono secuestrado que era de Naty, que tiene la Justicia, donde van a encontrar mucha evidencia, muchas cosas. El marido de ella consumía marihuana. Muchas cosas hay. Que la Justicia se hace la sorda, porque deberían actuar. Así estamos. Nuestra cruda realidad, como se dice.»

«Es difícil para digerir esto, lo que pasó. Es una gran pena. Nosotros todavía no salimos del asombro. Esperamos que se pueda hacer algo por esto, para que de una vez por todas se entere la humanidad, que se entere la gente de toda esta tragedia, vamos a decir así».