Ceferino Llampa, papá de Ariel: «Vamos a seguir luchando hasta tener una respuesta»
Ya pasó más de una década. El segundo de sus cuatro hijos tenía 17 años y era estudiante secundario en la ciudad de La Quiaca cuando cruzó la frontera con Bolivia junto a otros jóvenes dentro de una peregrinación religiosa y desapareció de repente de manera inexplicable. Ocurrió el 8 de diciembre de 2011. El destino del periplo era la Virgen de Agua Chica. «Hasta el momento no sabemos nada; las hipótesis son asesinato y trata de personas», dice Ceferino, que junto a su esposa Justina, mamá de la víctima, golpeó todas las puertas, incluida la Casa Rosada, donde los recibió la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner. «Nos han puesto palos en la rueda; a la Justicia no le importa un pito; Ariel quería ser algo en la vida, ir a la Universidad, hacer la carrera de Medicina».
