Andrea y Andrés, papás de Alan Villouta: «Fue atropellado a 150 kilómetros por hora»
22/1/2023
por Lucio Casarini
«Alan fue mi primer bebé, crecí con el, porque yo era muy jovencita en ese momento, tenía 19 años; fue siempre un pispireta, le gustaba trepar, correr; tenía que andar todo el tiempo atrás de el; amaba a sus hermanos, era incondicional con todos; tengo siete hijos, los seis primeros son seguidos, se llevan un año de diferencia; la luz de sus ojos, sus compañeros, eran los dos más grandes, Franco y Milagros, andaban para todos lados; el salía y preguntaba dónde estaba Franco para acompañarlo; había dicho que cuando cobrara su primer sueldo iba a ayudar a su hermano, porque realmente supieron que como familia grande trabajábamos con sacrificio; el nos ayudaba a vender en la calle pan o bandejitas, tenía ese carisma, salía con su hermana; supo lo que es ganarse el centavo».
Se van a cumplir seis años de la tragedia. La familia de la víctima sigue esperando la construcción de la pasarela para peatones Alan Villouta en el Acceso Sur de la ciudad de Mendoza. Una obra imprescindible en un hito de alto riesgo que devora vidas humanas sin cesar. Por allí cruzaba el hijo de Andrea y Andrés el 26 de agosto de 2017, cuando fue muerto por un Porsche Cayenn que circulaba ampliamente excedido de velocidad y que siguió de largo sin auxiliar al herido.
El damnificado tenía 20 años y era empleado de una pizzería del mall La Barraca. En el momento del drama, iba caminando a tomar el colectivo para regresar a su hogar. A pesar de la trascendencia del caso y sus circunstancias salvajes, Alejandro Verdenelli, el responsable, un empresario de 45 años, nunca estuvo preso. Los tribunales le dieron un castigo propio de un delito menor, tres años de cárcel en suspenso y ocho de inhabilitación para conducir vehículos.
Alan era el mayor de siete hijos. Era un pibe familiero, alegre, esforzado, solidario. Como consecuencia del horror, sus padres se vieron obligados a introducirse en los pasillos judiciales, leer las miles de fojas del expediente y aprender sobre leyes. Denuncian que su hijo merece verdad y justicia. Por ejemplo, el homicida se presentó a las autoridades 60 horas después del siniestro. Eso implica que nunca se sabrá si iba alcoholizado o drogado o acompañado por alguien.